martes, 9 de julio de 2013

"La ciudad de las palabras, arte e intervención urbana" Magdalena Gonzales.

El barrio el Raval fue constituido como un barrio a las afueras de la muralla de la ciudad, en el cual se daban todas aquellas actividades, que dentro de la muralla no podían ser llevadas a cabo. Este barrio tenia dos calles principales, la calle del Carmen, la cual llevaba al acceso de la ciudad a los turistas y mercaderes, y otra llamada Calle del Hospital, en la cual se encontraban los hospitales, que para los habitantes significaba enfermedades infecciosas, así que esta calle era un poco rechazada por la ciudad. 

En el siglo XIX, llegan los indianos, e inician la construcción de fabricas convirtiendo el barrio en una zona industrial que requería edificios en los que se llevaran a cabo sus actividades, y en los cuales vivieran los trabajadores de la propia fabrica, lo cual lleva a que las edificaciones aumenten hasta 5 niveles construidos.

Ya para principios del siglo XX, el barrio tenia un área de 1 km2, y era para entonces el segundo barrio mas poblado del mundo. Esta concentración de población obrera, lleva a que estos se organicen, y conformen "canos", que eran espacios aparentes de expresión y esparcimiento, pero que de fondo era la excusa para tener opción de entablar conversaciones políticas. Este hecho configuró el barrio como un sector "subversivo".

Para el año 1998 se hace un plan urbanístico para el Raval que busca abrir espacios de expresión que creen cohesión social y cultural. El barrio es casa de marroquíes, filipinos y paquistaníes y el indice de analfabetismo es alto, había graves problemas de aislamiento, y era centro de burdeles y drogas. Por su parte los artistas creían que as artes podían ser el motor que ayudara a mejorar la vida cotidiana de los habitantes del barrio, entre ellos muchos niños.

Así es que nace "AlmaZen", y sus programas culturales, que tenían en cuenta a las personas para hacer intervenciones. Ellos buscan principalmente retomar elementos y costumbres de la vida cotidiana de las personas, que puedan ser utilizados como canal para la expresión. No se pretende cambiar el barrio, sino mas bien, dar herramientas a las personas, y en particular a los niños en plena formación, para tener otra actitud frente a la vida, a través de la creatividad.

Entre las actividades mas sobresalientes por sus resultados, esta una en la que retomando la idea de las pancartas que las personas cuelgan de los balcones, se quería hacer del día de las palabras el día en que las personas pudieran leer el barrio, y esto se lograría colgando pancartas con palabras, que combinadas dieran una frase. El resultado fue tan bueno que algunos grupos de vecinos organizados solicitaron pancartas con una serie de palabras que un poeta había escrito sobre el barrio. En total, se hicieron 5000 pancartas en un mes!

Ademas, se ofrecen espacios para la experimentación de artistas, intervenciones urbanas, y documentales sociales con la comunidad. Hay talleres para niños, y se procura revitalizar las plazas modernas impuestas en medio del paisaje antiguo, asi que se organizan actividades a las que la comunidad pueda asistir y participar.

Este tipo de intervenciones son de gran valor, pues logran redirigir la visión de las personas, lo que en el caso de los niños pequeños es muy importante. Ademas el arte como forma de expresión y como antídoto social, es una gran idea para revitalizar zonas como estas. En el caso de Bogotá, tener un plan bien dirigido en zonas tan complejas de atender como el barrio Santa Fe, podrían dar herramientas a sus habitantes para repensar el barrio, lo que es y lo que quieren que sea.

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